La agricultura inteligente trasciende la mera digitalización de maquinaria, abarcando la integración de planificación, ejecución y documentación.
Mediante aplicaciones de telemetría, se establece un intercambio constante de datos entre la oficina y las máquinas. Esta sinergia se traduce en la capacidad de interconectar todas las máquinas, incluso en flotas mixtas, a través de una única aplicación digital. La conexión con sistemas de gestión de fincas posibilita la centralización de procesos, desde la delimitación de parcelas hasta el monitoreo de la vegetación, la fertilización y la cosecha.
Los sistemas de sensores, junto con la automatización y la interconexión, facilitan una planificación a largo plazo más eficiente.
La recopilación continua de datos en la agricultura inteligente permite analizar retrospectivamente procesos como siembra, abono y cosecha, así como otros trabajos agrícolas.
Este análisis profundo posibilita la toma de decisiones más informadas para optimizar la eficiencia y la rentabilidad en futuras operaciones agrícolas.
La seguridad futura se garantiza mediante la digitalización, una ventaja que permite adaptar los componentes precisamente a las necesidades empresariales. Se aprovechan los avances tecnológicos continuos, trabajando siempre con sistemas de última generación.
Experimenta comodidad con la digitalización. Facilita el trabajo, mejora las habilidades de los operarios, minimiza imprevistos en la cosecha y reduce costos. Aumenta la productividad, eficiencia y rentabilidad de manera cómoda.
La precisión se destaca con la digitalización que establece pautas. Experimenta una mayor precisión en el campo, con un impacto más fuerte en su trabajo y una gestión más exacta. Aprovecha plenamente el potencial de sus máquinas y sistemas de manera beneficiosa.